Desde el área de neuropsicología la intervención está dirigida a la estimulación de aquellos procesos cognitivos que, o bien aún no se han dado o bien que se han visto afectados tras algún tipo de alteración neurológica. Estos procesos son: atención, memoria, percepción, cognición espacio-temporal, lenguaje, y funciones ejecutivas. El proceso terapéutico se sustenta sobre la evidencia científica y los objetivos de tratamiento se definen según vaya a ser la intervención, individual o en conjunto con otras áreas de intervención. Si se diese la segunda situación, los objetivos serían definidos, establecidos y coordinados entre los miembros del equipo transdisciplinar, siempre formulados de forma individualizada adaptados a las necesidades de cada paciente.